viernes, 9 de octubre de 2015

INNOVACIÓN EDUCATIVA EN EL AULA


La innovación es una actividad esencial para la mejora de los procesos de aprendizaje y constituye una base para el diseño y desarrollo curricular. Mejorar las acciones formativas y sentar las bases para la transformación continua requiere del profesorado una actitud y una práctica generadora de nuevo conocimiento didáctico y profesional. Las innovaciones realizadas en la última década han incidido en la actualización de los diseños y en los procesos curriculares desempeñados en los escenarios formativos, constatándose que existe una estrecha relación entre la cultura innovadora de las aulas y el desarrollo curricular.

Las acciones innovadoras han de focalizarse en el programa formativo del aula (currículum) y valorar su pertinencia para la educación integral de los estudiantes en el marco de la sociedad del conocimiento, los retos interculturales y los proyectos y acciones socio-laborales que atañen a los integrantes de la escuela y de cada clase en la que se desarrollan.
La tarea de innovar consiste en trabajar en un horizonte de mejora continua para cuantos intervienen en el acto formativo y demostrar que los implicados en tal acción logran los objetivos y dominan las competencias básicas que se estiman más valiosas.

Innovar es aportar líneas de reflexión y transformación cada vez más relevantes que atañen a la institución y a los procesos de aprendizaje alcanzados en cada aula. El planteamiento de un modelo socio-comunicativo propiciador de una cultura de innovación, consolida la más valiosa forma de entender y preparar a los estudiantes en las competencias básicas (Medina, 2009)

El aula es el ecosistema en el que docente y estudiantes diseñan y aplican (desarrollan) un programa formativo, conscientes del valor relacional y transformador que tiene para el pensamiento, las emociones, la práctica socioprofesional y las actitudes de los estudiantes y del profesorado. Así la pertinencia y permanencia del mismo dependerá de las diferentes modalidades de seleccionar la síntesis cultural, instructiva y axiológica, que en cada etapa histórica tiene sentido trabajar en las clases.

El programa es una síntesis de lo más valioso que el profesorado y los estudiantes han de plantearse alcanzar, conscientes de que cada momento de trabajo es esencial y que cada componente de tal programa tiene tanto un significado en sí mismo, como en estrecha interacción con los restantes aspectos. 

El programa formativo integra los componentes característicos de las culturas del momento histórico y los métodos que permitirán comunicar tales saberes culturales y los medios tecnológicos para asimilarlos, así como, las tareas que los estudiantes han de llevar a cabo para aprender tal programa y en su conjunto cuantos procesos sean necesarios en su práctica.

La mejora permanente de tales elementos y de las acciones docente para aplicar el programa constituyen un horizonte, en el que hemos de actuar como verdaderos transformadores, Así el diseño del programa es posible, si se ha producido una reflexión y un diálogo colegiado, que se concreta en el proyecto educativo de la institución escolar y se adapta y desarrolla en cada aula como el programa característico y más valioso para ella.

Las acciones innovadoras han de focalizarse en el programa formativo del aula (currículum) y valorar su pertinencia para la educación integral de los estudiantes en el marco de la sociedad del conocimiento, los retos interculturales y los proyectos y acciones socio-laborales que atañen a los integrantes de la escuela y de cada clase en la que se desarrollan.




BIBLIOGRAFÍA

DOMINGUEZ, C. ,MEDINA, A. Y SÁNCHEZ, C.. (2011). La innovación en el aula: Referente para el diseño y desarrollo curricular. 04 de octubre del 2105, de Pontificia Universidad de Valparaíso, Chile.

Sitio web: http://www.perspectivaeducacional.cl/index.php/peducacional/article/viewFile/15/13

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